En septiembre de 2021, la OCDE publicó proyecciones de desarrollo de la población en sus estados miembros, para los estados de la UE 27, los países del G20 y para toda la población mundial hasta el año 2061.
Se espera una disminución de la población del 2.5% en los estados miembros de la Red PSA (no hay datos para Liechtenstein) para el período de pronóstico. Esta evolución se debe por un lado a un aumento de la población de más edad (65+) en un 38.3% y por otro a un descenso simultáneo de los menores de 65 años en un 13.4%.
Sin embargo, el desarrollo de la población residente varía en los estados miembros. Se proyecta un aumento para 13 países; en cuatro estados (Austria, Noruega, Francia y España) el aumento de la población de edad avanzada (65 años o más) es la única causa del aumento para 2061.
Figura 1: Desarrollo poblacional proyectado al 2021, 2031, 2041, 2051 y 2061 en los estados miembros de la Red de PSA
Fuente: OCDE
Se prevé que todos los países de Europa oriental y sudoriental experimenten una disminución de la población, la mayor disminución se pronostica para los Estados bálticos; Estonia -8.2%, Letonia -33.2% y Lituania -30.4%.
La población con empleo remunerado (15 a 64 años) disminuirá en un total de 14% en los estados miembros de la Red de SPE (UE 27, Noruega e Islandia).
Figura 2: Desarrollo poblacional proyectado del grupo de edad entre 15 y 64 años al 2061 en los estados miembros de la Red de PSA, en porcentaje
Fuente: OCDE; no hay datos para Liechtenstein
Solo se puede esperar un aumento para nueve países, según las previsiones actuales, los estados bálticos, Bulgaria, Rumania, Polonia, Portugal, Grecia, Italia, Croacia y la República Eslovaca se enfrentarán a caídas masivas en el desarrollo de la población con empleo remunerado (15 a 64 años) en las próximas décadas.
Figura 3: Desarrollo demográfico proyectado del grupo de edad entre 15 y 64 años para 2021, 2031, 2041, 2051 y 2061 en estados miembros seleccionados de la red de SPE, en porcentaje
Fuente: OCDE
Las previsiones de desarrollo de las personas con empleo remunerado y de la población plantean un desafío para la economía de los estados miembros de la red de SPE para centrarse en el trabajo adecuado a la edad y transgeneracional como una tarea esencial de gestión empresarial. Junto con los servicios públicos de empleo, debe establecerse un rumbo adecuado a las necesidades de una población activa que envejece. Esto incluye, entre otros, el establecimiento de un entorno de trabajo saludable y adecuado para la edad, el desarrollo del personal específico con respecto a la demanda (futura) de trabajadores calificados y la provisión de capacitación adicional para empleados de todas las edades.
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